sábado, 20 de octubre de 2012

"Ajeno"

Y entonces regreso sintiendo esa extrañeza
rozándome el alma,
sintiéndome menos.

Es estar ocupando un cuerpo
a veces consciente,
de la forma más inconsciente.

Ironía pensar
que habito un cuerpo,
que tengo un alma,
que tengo mis ojos,
que tengo a mi espalda...
¡no tengo nada!
porque no todo me pertenece.

Tengo energía, soy energía, y
ésta se transforma;
transformo mi vida o
transformo mi muerte, o
al menos lo que se de ellas
como lo que se del espacio y sus estrellas.

Sí, ocupo un espacio
y soy parte del espacio,
aunque siento un vacío
el más grande espacio.

Ajeno a mi,
ajeno al hogar,
ajeno a la gente,
ajeno al corazón,
ajeno a la mente.

Y entonces regreso sintiéndome extraño,
rasgando mi alma
actuando como ermitaño.

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