Me dominan éstas palabras
brotando de un manantial hermoso,
cargadas de libertad y esperanzas,
imperceptible aroma sincero y denso.
Es éste mi corazón que te mira sin la razón,
compartiendo desinhibiciones y también temores,
pero en cuestión de dimensiones
difícil concebir su conexión.
Y qué si no tengo respuesta,
me da igual saber más,
¿o será que me importa todo y lo que busco es...?
Es como aguardar a la luz,
y que te descubra una estrella.
No hay cronómetro en éste día,
resiento como si lo hubiera;
tambores corean la melodía,
con sátira impaciencia.
Aun con cicatrices
exhalo la verdad a tus narices,
y tú... lacerante silencio,
¡cobarde decisión!
ahorrándote egoísta tan preciada munición.
Y qué si tienes la respuesta,
no me importa nada más,
¿o ya no me interesa un carajo y recibo un...?
¿Se puede ir lejos,
sin si quiera caminar?
El haber creado algo nuevo,
provocar un choque en tu abismal interior,
no me convierte en ser supremo,
tampoco en inferior.
Ahora me retiro, tranquilo,
ya no me atañe si evoluciona o decae,
sonríe, tranquila;
ausente bienestar espiritual.
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